Ocho secretos para que tu fragancia se mantenga intacta en otoño e invierno

Con la llegada del frío, no solo nuestra piel necesita un extra de cuidado: también los perfumes requieren atención especial para mantener su aroma y prolongar su duración. La humedad, los cambios de temperatura y hasta dónde guardas tu fragancia pueden alterar su intensidad. 

Estos son algunos consejos clave para que tu perfume favorito no pierda ni una gota de encanto en otoño e invierno:

1. Guárdalo bien: mantenlo en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar y la humedad. Evita el baño.

2. Aplícalo sobre la piel limpia: el calor natural del cuerpo potencia el aroma y lo hace más duradero.

3. Hidrata antes: usa una crema sin perfume para que la fragancia se adhiera mejor a la piel.

4. Practica el layering: combina gel, crema o brumas con aromas similares para intensificar la fragancia.

5. Rocíalo en puntos de pulso: muñecas, cuello, codos y rodillas son zonas estratégicas que emanan calor.

6. No frotes la piel: pulveriza a unos 15 cm y deja que se seque solo, sin frotar.

7. Perfuma tus prendas: bufandas, chaquetas y abrigos pueden retener el aroma durante horas.

8. Lleva un frasco de viaje: así podrás reaplicarlo en cualquier momento si pasas todo el día fuera.

Además, esta temporada es ideal para apostar por perfumes de notas especiadas, amaderadas o gourmand, que se intensifican con el frío y evocan calidez y sofisticación. Canela, clavo o cedro son algunos de los aromas que mejor funcionan en estos meses.

Con estos trucos, tu perfume no solo te acompañará más tiempo, sino que se convertirá en la firma olfativa perfecta para los días más fríos del año.

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