El poder de identificar (de verdad) nuestras emociones
Durante su inspiradora ponencia en NHE 2025, la convención anual de NOOW, Arancha Merino nos dejó una lección que muchos llevamos grabada desde entonces: identificar bien una emoción es el primer paso para gestionarla de forma saludable. Y aunque parezca algo obvio, no lo es.
Vivimos en piloto automático, reaccionando más que sintiendo, y muchas veces llamamos tristeza a lo que en realidad es miedo, rabia a lo que es tristeza, o incluso alegría a lo que podría ser orgullo. Esa confusión no es trivial: provoca que actuemos de forma inadecuada, que nos frustremos… y que sigamos sin resolver lo que de verdad nos pasa.
¿Por qué confundimos emociones?
Porque no nos han enseñado a distinguirlas. Aprendimos a reprimir, a ignorar, a fingir que todo está bien. En la infancia, nadie nos explicó que hacer cuando se está triste, o que sentir miedo no nos hace débiles. Arancha lo explicó con una gran claridad: no podemos gestionar correctamente, si no estamos identificando bien lo que nos ocurre.
Aprender a diferenciar una emoción de otra parte de identificar el estímulo que nos está provocando esa emoción. Si nos paramos unos minutos a pensar sobre lo que nos ocurre y qué lo ha originado, seremos capaces de identificar correctamente la emoción, y es entonces cuando podemos elegir una respuesta más consciente, más sana, más libre.
Este pequeño homenaje a nuestra ponente es también una invitación: a sentir con más presencia, a vivir con más conciencia y a recordar, como dijo Arancha, que las seis emociones básicas (miedo, tristeza, rabia, orgullo, amor y alegría), son las piezas que correctamente articuladas nos conducen a nuestro objetivo vital.
Descubre más artículos, trucos y consejos en nuestra NOOWsletter completa.

Comentarios
Publicar un comentario