Yellowstone: belleza natural y supervolcán
Yellowstone, el icónico parque nacional de Estados Unidos, es conocido por su espléndida belleza natural y por ser el hogar del famoso oso Yogui. Pero debajo de su superficie pintoresca, este paraíso alberga una amenaza potencialmente catastrófica: un supervolcán cuya erupción podría tener consecuencias globales devastadoras.
Yellowstone no es solo un parque con paisajes impresionantes; es el sitio de una de las calderas volcánicas más grandes y potencialmente peligrosas del planeta. La caldera de Yellowstone, que abarca aproximadamente 70 por 45 kilómetros, se formó tras varias erupciones volcánicas masivas en los últimos 2,1 millones de años. La última de estas erupciones ocurrió hace unos 640.000 años, dejando una caldera que ha sido objeto de atención y preocupación científica.
El pasado 23 de julio de 2024, Yellowstone fue escenario de una explosión hidrotermal cerca de Sapphire Pool en Biscuit Basin. Esta erupción liberó agua hirviendo, vapor, barro y fragmentos de roca, lo que provocó que las autoridades cerraran la zona y que los turistas buscaran refugio. Aunque el evento fue alarmante, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha tranquilizado al público, indicando que no hay señales de actividad volcánica inminente. Las explosiones hidrotermales, que se producen regularmente en el parque, no son indicativas de una erupción volcánica, aunque sí recuerdan a los visitantes la actividad geotérmica subyacente.
La preocupación por el supervolcán de Yellowstone se basa en su capacidad para desencadenar una erupción de magnitud 8 en el Índice de Explosividad Volcánica (VEI), una escala que mide la potencia de las erupciones volcánicas. Para ponerlo en perspectiva, la erupción del monte Pinatubo en 1991, que fue una de las más grandes del siglo XX, se clasificó como VEI-6, aproximadamente 100 veces menos potente que una posible erupción en Yellowstone.
El depósito de magma debajo de Yellowstone es considerablemente grande y sugiere que, si se produjera una erupción, podría liberar más de 1.000 kilómetros cúbicos de material volcánico. Aunque el parque está bajo constante vigilancia, no se han observado indicios de que el magma esté cerca de la superficie en cantidades suficientes como para provocar una erupción inminente.
El Observatorio Volcánico de Yellowstone (YVO) realiza una vigilancia continua de la actividad sísmica, térmica y de gas en la región. Cada año se registran entre 1.000 y 2.000 terremotos en el área, la mayoría de ellos de baja magnitud.
Aunque la posibilidad de una erupción catastrófica en Yellowstone es extremadamente baja, su potencial impacto es motivo de investigación y preparación constante. Un estudio reciente indica que, aunque el magma puede reponerse rápidamente, no hay evidencia concreta que sugiera que el supervolcán esté a punto de entrar en erupción.
El riesgo de una erupción cataclísmica en Yellowstone se estima en aproximadamente 1 entre 730.000 por año, comparable a la probabilidad de que un asteroide colisione con la Tierra de manera catastrófica. Mientras tanto, los científicos continúan monitoreando el parque de cerca para detectar cualquier señal de actividad que pueda preceder a una erupción.
Yellowstone sigue siendo un lugar de asombrosa belleza natural y una de las joyas más apreciadas de Estados Unidos. Sin embargo, su estatus como supervolcán agrega una capa de complejidad a su atractivo. Con la vigilancia constante de los científicos y las medidas de seguridad en su lugar, los visitantes pueden disfrutar de este extraordinario parque con la tranquilidad de que, a pesar de los riesgos, la posibilidad de una erupción catastrófica sigue siendo remota. Mientras tanto, el parque continuará siendo un símbolo tanto de la belleza natural como de los desafíos inherentes a la dinámica de nuestro planeta.
Descubre más artículos, trucos y consejos en nuestra NOOWsletter completa.

Comentarios
Publicar un comentario